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Mostrando entradas de mayo, 2010

¿Podemos Ser como el Agua?

Agua: sinónimo de vida. Ese líquido precioso que compone mayormente nuestro planeta, nuestro cuerpo y sin el cual todo ser vivo muere, posee tantas propiedades que aún no se conocen del todo. Su presencia en la naturaleza la damos por obvia. En su estado más puro es transparente, sin olor definido, sin un sabor particular y sin forma... sí, sin forma. El agua adopta la forma del recipiente que la contiene, se filtra por las hendiduras del terreno, impregna los materiales absorbentes, es decir, se adapta a su entorno. Tan valiosa como es para conservar la vida física pareciera que su poder va más allá, se convierte en un modelo a seguir para alimentar la vida emocional del ser humano. No es gratuito que el sonido de un riachuelo o de la lluvia nos arrulle y tranquilice, tampoco que sea el ejemplo por excelencia de la nitidez: "tan claro como el agua". Algo en nuestro interior vibra al contemplar la extensión del mar y se deleita al pasar un sorbo de agua fresca en un día solea