Blog sobre Preguntas Cotidianas

Todos deseamos llevarnos bien con la gente, tener lo más parecido a una relación positiva con nuestros parientes, compañeros de trabajo, vecinos y hasta desconocidos. El asunto es que muchas veces se nos va la vida en deseos y nuestro trato con algunas personas va de mal en peor, ¿qué deberíamos hacer para mejorar en éste asunto? Primero, identificar los cinco errores más comunes, y luego, tomar medidas para evitarlos. Las dificultades Error # 1 Intentar cambiar a las personas Es el comienzo de los problemas. Hacer saber al otro que tenemos una "mejor versión" de él puede causarle enojo y despertar su resentimiento por no valorarlo tal cual es. Aceptémoslo: es IMPOSIBLE cambiar a otra persona, puede que ella cambie por darnos gusto pero no es una transformación real. Los cambios vienen de adentro hacia afuera. Error # 2 Prometer y no cumplir Es el camino rápido hacia la pérdida de confianza. Cuando las personas no pueden creer en nuestro compromiso hace

Todos nos encontramos en algún momento de nuestra vida con el dilema: ¿debo seguir lo que dice mi corazón? Nos gustaría que alguien que pueda ver el futuro nos dijera exactamente qué debemos hacer, para estar seguros de tomar la mejor decisión. Pero como nadie sabe lo que sucederá más adelante, debemos tomar el riesgo de elegir sin la ayuda de una "bola de cristal". Entonces, ¿qué deberíamos tener en cuenta? Tome tiempo para decidir Evite apresurarse a tomar decisiones, pero tampoco se quede paralizado pensando demasiado tiempo, ambas situaciones pueden causar errores de juicio. Más bien defina una fecha o un tiempo límite para evaluar y elegir, procurando no cambiar su decisión a última hora, a menos de que haya nueva información confiable que le permita considerar las cosas de otro modo. Revise su propia historia Recuerde y evalúe cómo le fue en ocasiones anteriores donde siguió lo que le dictó su corazón. Si fueron más los aciertos que las equivocacio

Desde la infancia descubrí la maravilla de la lectura y es algo que me ha acompañado toda la vida. En los mejores y peores momentos he tenido muchos libros cerca, han sido una herramienta muy útil y estoy segura que el gusto por ellos viene a causa de mi papá. Recuerdo que mi papá era un gran lector, él tenía numerosos libros y le gustaba leer el periódico de punta a punta. Disfrutaba escuchar noticias en radio y en televisión, para mantenerse informado y crear su propio criterio frente a los acontecimientos económicos, sociales y políticos. También recuerdo que le encantaba resolver crucigramas y, a medida que fui creciendo, descubrí una curiosa satisfacción en apropiarme del crucigrama dominical primero que él o de intentar resolverlo a dos manos a su lado.  Mi papá consideraba de gran importancia proveer a su familia de libros alineados con los gustos de cada quien en la familia, por ejemplo: a mi mamá le regaló libros de decoración y a mis hermanos mayores les llevab