El Corazón me lo Dice

Desde hace siglos la humanidad busca la manera de explicar aquellas situaciones que se presentan y que no sólo tienen que ver con lo tangible sino también con lo intangible. Hombres y mujeres de ciencia han consagrado vida y esfuerzos a encontrar razones válidas que justifiquen lo que sucede alrededor, dentro y fuera de nuestro cuerpo, en nuestro planeta y en el universo, sin embargo, hay algo que trasciende todo lo lógico y racional, una cosa llamada intuición, que suele darnos pistas sobre eventos de los cuales consideramos imposible conocer su esencia o desenlace.

Casi todo ser humano ha tenido "una corazonada", una premonición o un destello de profecía que ha resultado cierto a la hora de los hechos. Y podemos preguntárnos ¿cómo es que pudimos saberlo si no había indicios que nos llevaran a esa idea? Y aquí es donde muchos pueden argumentar y justificar desde lo racional, pero yo debo admitir que mi punto de vista es más espiritual. Para mi esas corazonadas no son otra cosa que la voz de Dios hablando a nuestra alma. Cuando el corazón y la mente coinciden y en ninguna de ellas hay desasosiego es porque el mensaje es auténtico; se parece a una señal de radio captada por un equipo de sonido: si la señal es buena, el radio funciona correctamente y está bien sintonizado las voces y la música se escucharán bien. La intuición nos ayuda a asomarnos en el terreno de lo incierto y tener una certeza, a comprender lo que la mente no siempre puede explicar, a descubrir lazos donde no eran evidentes.

Personalmente he tenido muchas corazonadas y se cumple lo que anticipé. Aclaro que no hablo de adivinación ni prejuicios, sino de una convicción y un sentimiento que confluyen para darme total seguridad sobre una persona o un evento. Así también me ha ocurrido que cuestiono mi intuición y termino resolviendo cosas que no habrían sucedido si le hubiera dado crédito al "pálpito" de ese momento, porque tampoco hay que dejar de lado la lógica, el sentido común ni la inteligencia y dejarse arrastrar por manipulaciones emocionales que hacen otros o nosotros mismos para tratar de convencernos de cosas absurdas o que se basan en el deseo y no en la realidad. Hasta para la aplicar la intuición hace falta apoyarse en indicios!! Conozco personas que llevan años comprando boletos de la loteria cada semana porque tienen el pálpito que "esta vez sí" se la van a ganar, pero su probabilidad es de 1 en varios millones... eso ya no es intuición sino la persistencia de un deseo, de una idea fija.

En definitiva, cuando nos disponemos a percibir elementos que escapan a lo evidente podemos darnos cuenta que, muchas veces, tenemos la respuesta en nosotros desde hace tiempo pero que estábamos tan concentrados en buscar sustento en lo externo que dejamos pasar de largo lo interno. Grandes inventores y científicos lograron sus desarrollos poniendo un poco de intuición a lo común: ejemplos clásicos son Isaac Newton con su anécdota de la manzana que cayó y Benjamín Franklin con la llave amarrada a su cometa. Existen interrogantes esperando a ser resueltos con el uso de las corazonadas. ¿No tienes tú algunos?

Hoy te invito a que escuches más lo que tu corazón te dice y que prestes atención a tu intuición ¿o más bien debería decir: a que sintonices tu corazón con la voz de Dios?

Dios nos habla una y otra vez,
aunque no lo percibamos.
Algunas veces en sueños,
otras veces en visiones nocturnas,
cuando caemos en un sopor profundo,
o cuando dormitamos en el lecho

Job 33:14- 15 (NVI)


FELIZ NAVIDAD A MIS QUERIDOS LECTORES,QUE LA LUZ DE CRISTO NACIDO EN SUS CORAZONES ILUMINE SU VIDA Y QUE SEA ESE NUESTRO MOTIVO DE FESTEJO.

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Isaías 9:6 (NVI)

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