¿Mentira completa o verdad a medias?

Mantener a las personas informadas de manera parcial, omitiendo datos esenciales, se puede considerar una mentira completa, aunque algunos alegarán que es una verdad a medias. En ambos casos quien se reserva información está actuando en contra de la capacidad de la otra persona para tomar decisiones oportunas, adecuadas y convenientes.

Médicos, sacerdotes (ministros de cualquier denominación religiosa) y abogados son los profesionales a quienes recurrimos con mayor frecuencia para pedir su ayuda en la solución de situaciones muy personales y serias. Durante siglos han sido vistos como aquellos quienes merecen nuestra máxima confianza porque su actuar está totalmente regulado por principios de ética, secreto profesional y, además, necesitan saber toda nuestra verdad para darnos la mejor asesoría. Muchas de nuestras decisiones vitales dependen del concepto que estas personas, desde su punto de vista, nos brindan en cuanto a salud física, espiritual y acciones en el marco de la ley; en numerosas ocasiones son los únicos consejeros a quienes escuchamos con entera convicción de estar siendo asesorados con total sinceridad y sin un interés mayor que nuestro mejor bienestar.



Pero ¡oh, sorpresa! resulta que el mayor interés de algunos de ellos está justo dentro de su billetera. El médico que no da el mejor tratamiento a sus pacientes para asegurarse que sigan yendo a consultarle, el abogado que cobra doble trámite por un proceso que puede hacerse en una sola diligencia y el sacerdote que alimenta creencias falsas en sus feligreses para que sigan aportando económicamente a una causa, no solo atentan contra la salud de quienes confían en sus oficios sino que les están robando la posibilidad de tomar decisiones acertadas y destruyendo opciones de vida con sus manipulaciones basadas en esconder datos de gran valor que, realmente, pueden hacer la diferencia.

¿Confiar o no confiar de nuevo? He ahí el dilema...

Quizá haya que utilizar una dosis sana de paranoia y acudir a ellos pero jamás quedarse con el concepto de un único profesional o de varios profesionales que se muevan en el mismo circulo (por aquello de que "todos se tapan con la misma cobija"). Más bien hay que investigar, preguntar, buscar disidentes de los gremios establecidos para pedir su opinión también y no depositar la confianza completa en ninguno, sino cuestionar permanentemente y no dejar que acallen nuestras dudas razonables con sus posturas de "eminencias" y "expertos".


"Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios". Romanos 1:22

"Los sabios serán avergonzados, serán atrapados y abatidos. Si han rechazado la palabra del Señor, ¿qué sabiduría pueden tener?" Jeremías 8:9 

"Todos los sabios del reino se presentaron, pero no pudieron descifrar lo escrito ni decirle al rey lo que significaba". Daniel 5:8

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