¿Estás Viviendo tu Sueño?

Todo ser humano tiene una aspiración, un propósito, un deseo íntimo y arraigado por alcanzar una meta, ser y hacer algo en particular. Es aquello que se contempla como la realización personal o la satisfacción más grande que se pudiera tener. Algo que muchas veces se anhela en silencio para no correr el riesgo de ser objeto de burlas por parecer algo "descabellado" o inalcanzable si alguien se entera de la existencia de ese sueño en nuestro interior.

Soñar e ir tras los sueños son acciones duramente criticadas por la sociedad, por ese grupo de personas que luchan por la uniformidad y el conformismo, por mantener el status quo y no transgredir la tradición. No es fácil ser un soñador en un mundo donde la mayoría de la gente nos desanima de ir tras metas ambiciosas, intentar lo que nunca se ha hecho o dejar la zona de comodidad que representa la rutina diaria y las actividades socialmente esperadas. Ser soñador es arriesgarse a la incomprensión de muchos y la indiferencia de otros, pocos animan a un soñador para que vaya tras su meta.

Pero no estoy hablando de soñadores con aspiraciones tan grandes como Martin Luther King Jr. ni de Gandhi, ni John F. Kennedy u otras personalidades. Estoy hablando del soñador cuya aspiración es tener un oficio, una casa cómoda, una actividad con la cual ayudar a personas del común. Estoy hablando sobre soñadores sencillos y comunes como cualquier ser humano, estoy hablando del ciudadano de a pie, a quien le enseñaron desde pequeño que soñar está mal porque salirse de la norma no está bien, porque debe seguir los pasos que, como hombre o mujer, le están asignados por los estereotipos culturales.

A veces es dificil tratar de tener una identidad, un punto de vista, disentir, ser fiel a los propios sentimientos y convicciones, caminar por el camino alterno, vivir el sueño que por alguna razón está dentro de la mente y el corazón. Pero no hay que temer ni dejarse llevar por la corriente de los que creen "normal" huir del cambio, del crecimiento y mantenerse en la zona de confort donde habita la mayoría de la población. Quienes han osado vivir su sueño son los que son recordados como modelos y artífices de nuevas realidades, pioneros y descubridores, puede que su nombre nunca llegue a estar en un libro de historia, sin embargo, su legado es recordado y reconocido por decenas y hasta cientos de personas. Y aún así esa no es la mayor satisfacción que puede quedarle al soñador que materializó su intención, pues la verdadera dicha radica en llegar al umbral último de la existencia y percibir que su vida tuvo significado y que se mantuvo fiel a sí mismo pese a las circunstancias.

Si tu sueño es para bien tuyo y de otros, si es algo que debes hacer porque es parte del propósito de tu vida no dudes que Dios te pondrá al alcance de la mano lo que necesitas para realizarlo y va a ser El quien más te animará a pesar de los tropiezos, asi como dijo en Su palabra:

"Si cumples las leyes y normas que el Señor le entregó a Israel por medio de Moisés, entonces te irá bien. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!"
1 Crónicas 22:13 (NVI)

"Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de sus palabras, por más que estés en medio de cardos y espinas, y vivas rodeado de escorpiones. No temas por lo que digan, ni te sientas atemorizado, porque son un pueblo obstinado."
Ezequiel 2:6 (NVI)

Mira dentro de ti y pregunta ¿estoy viviendo mi sueño?, ¿aún recuerdo cuál es?, ¿cómo puedo realizarlo? Y si has tenido el coraje para vivirlo entonces piensa ¿cómo puedo ayudar a otros a que vivan su propio sueño?

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿No tener hijos es un castigo de Dios?

Confrontar a la Autoridad: ¿Valor o Rebeldía?

¿Más espinas que rosas?