¿Libertad Real o Imaginaria?
"Somos libres para elegir las cadenas que nos atan".
En la adolescencia buscamos ser libres de la autoridad paterna, en la edad adulta queremos ser libres para usar nuestro tiempo y dinero a placer, en la vejez queremos librarnos de las ataduras de la enfermedad y la limitación física.
Hoy se usa mucho hablar de libertad financiera, libertad espiritual, libertad de expresión, libertad de cultos... llevamos siglos peleando y defendiendo a precio de sangre la libertad aunque muchas veces no entendamos realmente el significado de ella, peor aún, aunque no hagamos uso de esos derechos que la componen.
Muchos siguen esclavos de las ataduras mentales que se sostienen en la ignorancia y la apatía hacia privilegios como la lectura (sí, leer es un privilegio que la mayoría de la población no tenía antes de la Reforma) y el conocimiento de la historia (que impide que repitamos los mismos errores).
En este día revisemos si las libertades que defendemos de palabra realmente se plasman en nuestra forma de vivir, si hacemos uso de los derechos y cumplimos con los deberes que el uso responsable de la libetad conlleva. Sólo por hoy preguntate en serio: "¿soy verdaderamente libre o al menos elegí voluntariamente las cadenas que me atan?".
En la adolescencia buscamos ser libres de la autoridad paterna, en la edad adulta queremos ser libres para usar nuestro tiempo y dinero a placer, en la vejez queremos librarnos de las ataduras de la enfermedad y la limitación física.
Hoy se usa mucho hablar de libertad financiera, libertad espiritual, libertad de expresión, libertad de cultos... llevamos siglos peleando y defendiendo a precio de sangre la libertad aunque muchas veces no entendamos realmente el significado de ella, peor aún, aunque no hagamos uso de esos derechos que la componen.
Muchos siguen esclavos de las ataduras mentales que se sostienen en la ignorancia y la apatía hacia privilegios como la lectura (sí, leer es un privilegio que la mayoría de la población no tenía antes de la Reforma) y el conocimiento de la historia (que impide que repitamos los mismos errores).
En este día revisemos si las libertades que defendemos de palabra realmente se plasman en nuestra forma de vivir, si hacemos uso de los derechos y cumplimos con los deberes que el uso responsable de la libetad conlleva. Sólo por hoy preguntate en serio: "¿soy verdaderamente libre o al menos elegí voluntariamente las cadenas que me atan?".
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