¿El amor nace de la vista?

Es indudable que cuando vemos a una persona que para nuestra opinión es atractiva físicamente nos sentimos impulsados a buscar el modo de tener mayor cercanía con esa persona, parte de nosotros desea compartir tiempo con ella y contemplarla de cerca. A medida que tenemos más oportunidades para escucharla, ver como actúa en diferentes situaciones, saber más sobre sus ideas y sentimientos es posible que creamos encontrarle cada vez más virtudes y puntos en común con nosotros, sin embargo, hay que prestar atención, pues podemos estar ante un espejismo.

Viendo la película "¿Conoces a Joe Black?" me ponía a pensar sobre este asunto porque con un actor como Brad Pitt personificando a la Muerte cualquier mujer podría sucumbir a enamorarse de aquello que es el peor miedo de la mayoría de seres humanos.

Al inicio de la historia él se ve guapo, inteligente, tierno, divertido, en fin, un galán completo y de esa imagen se enamora una doctora, hija de un millonario de las comunicaciones. Debido a que el cuerpo del joven es usado por la Muerte como "disfraz" para darse una vacaciones en este mundo de vivos Susan (la doctora) cree haber reencontrado a su galán con esas cualidades que le impactaron tanto cuando lo conoció. Avanzada la trama él decide llevársela pero antes le hace saber quien es en realidad, para estar seguro de que no hay secretos y que ella está enamorada de esa entidad a quien todos huyen y no solo del atractivo "disfraz" que eligió; no obstante, se da cuenta que ella sigue aferrada a esa primera impresión que recibió del joven cuando era un ser humano corriente, entonces decide regresarle a su galán e irse a seguir con su labor.

La parte más difícil de todo esto es cuando cada uno se da cuenta que, aunque existe atracción entre ellos, las diferencias son tantas que no es posible pensar en una relación. Ella fue incapaz de decir el verdadero nombre de quien estaba dentro de ese cuerpo y con ello demostró que no estaba lista para aceptarlo tal cual era y él se dió cuenta que llevársela significaba impedir que tuviera las experiencias de vida que una mujer como ella: bonita, joven, adinerada y de buenos sentimientos, podría tener. El espejismo se esfumó y cada uno siguió por su cuenta, convencidos de que "Lo esencial es invisible a los ojos" como diría El Principito de Saint- Exupéry.

Una conclusión sobre esto es que el amor puede empezar por una mirada, aunque sólo crece y se consolida en el conocimiento mutuo y la aceptación completa propia y del otro. A veces sabemos tan poco de aquel o aquella que decimos amar que resulta ser más bien algo como una ilusión: nos concentramos en el hacer y no en el ser cuando estamos con la pareja y por ello todo resulta en un desencanto, pues nos aferramos a eso que creímos ver en un primer momento, porque no nos esforzamos en ahondar, en llegar al fondo de ese otro ser humano para saber si podemos amar hasta sus defectos. Sólo cuando conocemos realmente, amamos realmente.

Y tú ¿conoces a (pon el nombre de tu galán o musa aquí)? 




Comentarios

Entradas populares de este blog

¿No tener hijos es un castigo de Dios?

Confrontar a la Autoridad: ¿Valor o Rebeldía?

¿Más espinas que rosas?