¿Educando adultos?

Cuando se trabaja en psicología organizacional y, en particular, en el área de capacitación se asume que es trabajo con personas adultas, con quienes puedes razonar y llegar a acuerdos, a quienes no tienes que educar en aspectos básicos como el respeto a las autoridades y las normas, el autocuidado y la prevención de riesgos. Eso cree uno hasta que realmente analiza las actitudes de la gente.

En los aviones claramente dicen que durante el despegue y aterrizaje hay que mantener el celular apagado, el resto del tiempo lo podemos usar, sin embargo, nunca falta uno o más individuos que aunque no van a recibir ni hacer ninguna llamada no obedecen la instrucción de apagar el aparato. También dicen de enderezar el respaldo de la silla y no falla quien reciba un llamado de atención de parte de los auxiliares de vuelo por no realizar esa acción mintiendo, incluso, para no hacerlo.

Igual en las oficinas, en las obras de construcción, en las vialidades... parece que la gente disfrutara ir contracorriente, mostrarse rebelde, insubordinada, aún a costa de su propia seguridad. Millones de dólares se invierten cada año para decirle a la gente que no maneje ebria y seguimos contando los muertos derivados de accidentes causados por borrachos al volante.

Cuando vemos esas conductas en los que se suponen que son "adultos" no puede sorprendernos que los niños sean manipuladores, voluntariosos, insensibles con las necesidades de otros y egocéntricos. ¿Quién podría enseñarles lo opuesto si en los mayores ven acciones que se enfocan a satisfacer exclusivamente conveniencias personales? Lo difícil de esto es que, contrario a lo que se podría suponer, es más difícil educar a un adulto que a un niño y, no obstante, es la única opción que tenemos para que las generaciones que están creciendo ahora y las que vendrán no sigan creyendo que el mundo y la humanidad deben amoldarse a sus caprichos.

Hoy es el día de empezar a educar adultos en la tolerancia, el respeto por los derechos del otro, en la sensibilidad y desarrollar en ellos la capacidad para vivir con conciencia de grupo, es decir, sabiendo que los sres humanos debemos cuidarnos unos a otros y velar por el bienestar de quienes nos rodean para que ellos, a su vez, velen por el nuestro.

Te propongo que iniciemos por educarnos a nosotros mismos ¿me acompañas en esa tarea?

Salmos 2:10
"Ustedes, los reyes, sean prudentes; déjense enseñar, gobernantes de la tierra."

Habacuc 2:19
"¡Ay del que le dice al madero: “Despierta”, y a la piedra muda: “Levántate”! Aunque están recubiertos de oro y plata, nada pueden enseñarle, pues carecen de aliento de vida."

1 Timoteo 6:2
"Los que tienen amos creyentes no deben faltarles al respeto por ser hermanos. Al contrario, deben servirles todavía mejor, porque los que se benefician de sus servicios son creyentes y hermanos queridos. Esto es lo que debes enseñar y recomendar."

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿No tener hijos es un castigo de Dios?

Confrontar a la Autoridad: ¿Valor o Rebeldía?

¿Más espinas que rosas?