¿Estoy Demasiado Viejo para Trabajar?

Desde hace un par de décadas el mundo empezó una carrera contra el tiempo: todo se considera obsoleto o inútil al cabo de un corto periodo. La tecnología ha sido un aspecto clave en esta percepción, ya que permanentemente se están creando nuevos programas de cómputo y aparatos con más y mejores funciones, así un computador o un teléfono celular comienza a verse "anticuado" tras 6 meses de haber sido lanzado al mercado. En la misma línea, cantidades inimaginables de información caben en una memoria USB, en resumen, lo pequeño y de última generación es lo que se prefiere hoy en día.

Los artículos desechables también tuvieron un papel estelar en crear la idea generalizada de que casi cualquier cosa es susceptible de ser usada una vez y tirada a la basura. Por años estuvimos haciendo derroche de productos derivados de materias primas naturales, como el papel y el vidrio, y de otros creados artificialmente como el plástico y el icopor (hielo seco). Todavía hoy día se siente genial saber que podemos ir de paseo o hacer una fiesta sin terminar con cantidad de platos, vasos y cubiertos sucios para lavar, todo puede ser recogido y arrojado con desdén a una enorme bolsa de basura. Hasta aquí todo bien, sin embargo, si prestamos un poco más de atención nos damos cuenta que esta tendencia ha traspasado los límites de evitar un fregadero repleto de loza sucia...

En las empresas hay una gran demanda por profesionales recién egresados que, supuestamente, están actualizados y saben mucho más que quienes se graduaron hace 5 años, cuatro de ellos acomodan sin chistar en un cubículo de 2 x 2 metros con un sueldo de similares proporciones. Cumplen con los atributos: pequeños (en edad y sueldos) y de última generación (acaban de graduarse). Estas personas vienen a reemplazar a aquellos profesionales que ya tienen algún tiempo en el mercado laboral, que se hacen molestos para los empleadores porque no se conforman fácilmente pues desean hacer valer el peso de su experiencia y conocimientos; entonces, algunas empresas toman a sus empleados antiguos y les entregan una carta redactada con cierto desapego en que les hace saber que "ya no requieren de sus servicios". De repente tales empleados ven negro su futuro inmediato... ya no deben ocupar espacio en el fregadero, perdón, en la empresa.

Parece ser un panorama desalentador, no obstante, si volvemos a mirar nuestro entorno nos encontraremos con un cartel o anuncio de televisión donde nos invitan a cuidar el agua, no contaminar el ambiente, recoger la basura y a reciclar. Reciclar, interesante palabra ¿verdad? Re: volver, regresar. Ciclar=ciclo: proceso. Reciclar es devolver algo a un proceso. Ya no es una brillante idea crear algo para usarlo una vez y desecharlo, ahora el propósito es recuperar la mayor cantidad de material posible y darle uso nuevamente cuantas veces sea posible. Lo artificial ya no tiene tanto despliegue publicitario, lo natural es lo más deseable en la actualidad. El propósito es crear productos "amigables" con el medio ambiente. Eso puede darnos a pensar que, en un futuro no muy lejano, los profesionales experimentados pueden ser valorados nuevamente, las empresas verán las ventajas de contar con personas que sepan de lo que hablan, lo que hacen. Solo hace falta ver cuántos emporios económicos levantados por personas que en sus años maduros hicieron los mejores negocios de sus vidas, se vinieron al piso cuando tomó las riendas algún heredero veinteañero con muchos títulos de universidades prestigiosas, aunque sin fogueo en el campo de batalla de los negocios. El desequilibrio social, ecológico y económico que hoy sufre el mundo proviene, en gran medida, de la aplicación de medidas no probadas anteriormente que rompieron ciclos naturales. La inexperiencia tiene un alto precio, el cual pagamos todos en una u otra forma.

En verdad lo creo, un profesional que se actualiza y mantiene su mente abierta a nuevas perspectivas nunca será demasiado viejo para trabajar, aportar a una organización, a sus compañeros de trabajo y jefes. Por el contrario, son éstas personas, quienes han probado cómo pueden hacerse las cosas y han ayudado a mejorarlas en diversos campos, quienes mejor pueden asesorar a las nuevas generaciones, crear nuevas fuentes de empleo y riqueza humana y financiera pues, en últimas, tienen un capital de trabajo que ningún dinero puede comprar: la experiencia. Así es, no importa lo que las modas empresariales digan en su cambiante forma de pensar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿No tener hijos es un castigo de Dios?

Confrontar a la Autoridad: ¿Valor o Rebeldía?

¿Más espinas que rosas?