El Arte de Esperar

¿Alguna vez tuviste que esperar? Seguro que sí, todos tenemos experiencia en ese ejercicio que puede ser tranquilo y esperanzador o agotador y desesperante. La primera clase de espera puede ser bien representada por el periodo de gestación de un bebé, el tiempo necesario para madurar una cosecha, los preparativos para unas vacaciones, por mencionar algunos ejemplos. La segunda puede tener muchas caras: la fila en un banco, el retraso en la llegada de correspondencia, una decisión aplazada, entre otras.

Aguardar el cumplimiento de un deseo, el vencimiento de un plazo, la determinación de una situación puede consumir energía, ponernos irritables, causarnos desesperanza cuando se tarda el evento... sin embargo, a veces no podemos entender el propósito de esa tardanza, quizá es una manera de cuidarnos, de protegernos. Hay historias de gente que perdió su vuelo porque llegó tarde al aeropuerto y mientras conseguía un nuevo pasaje se enteró que el avión en el que debia ir inicialmente sufrió algún percance, a veces fatal. Otros casos parecidos tienen que ver con accidentes de auto o desastres naturales. Solemos ver de manera negativa la espera y, quizá, es una bendición disfrazada de inconveniente. Numerosas veces las cosas no pasan simplemente porque no estamos listos para vivir esa experiencia, para hacer lo adecuado, para asumir tal responsabilidad.

La espera es un tiempo para prepararnos, por ello debemos hacer de esta un lugar para la actividad. En vez de entregarnos a la pasividad y al desespero necesitamos analizar qué aspectos de nuestra personalidad, intelecto o emotividad debemos desarrollar para estar realmente listos cuando llegue el instante anhelado y trabajar ampliamente en ellos. Hace falta mirar hacia dentro y fuera de nosotros para identificar áreas de oportunidad porque, usualmente, las mejores cosas de nuestra vida están precedidas por un lapso de aparente inactividad y si no lo aprovechamos, seguramente, tendremos que dejarlas pasar de largo.

Si estás en stand by con la expectativa de realizar algún proyecto o en antesala para que alguien te resuelva sobre un plan o propuesta, si llevas tiempo pendiente que llegue a ti una "iluminación divina" sobre lo que debes hacer con tu vida, te invito en este instante a que analices si estás haciendo lo necesario para recibir los regalos que vienen en camino, comienza por preguntarte ¿cómo estoy usando mi tiempo de espera?

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