El Camino Fácil

Resulta desolador que, en tiempos en los que muchos están esperando la rara oportunidad de trabajar, tener una capacitación pagada y adquirir una experiencia laboral que pocos pueden ostentar, algunos prefieran el camino fácil de la desidia y la pereza.

Mientras cientos se postulan a una misma vacante con muy baja probabilidad de ser enganchados, otros tienen el privilegio de ser contratados y se dan el lujo de menospreciar la labor asignada simplemente porque no se acomoda a su pauta de hacer el mínimo esfuerzo. Más allá del enojo y la frustración que produce invertir recursos y esfuerzos en capacitar a ese tipo de individuos para una labor que desdeñan, lo que más duele es la hipocresía con que, una y otra vez, dicen estar interesados en el puesto y luego le comentan al primer extraño que se les acerca que están esperando una oportunidad para cambiar de trabajo.

¿Cuántas personas van por la vida eligiendo el camino fácil y haciendo que muchos depositen expectativas, esfuerzo y confianza en ellas para, luego, dejar tirado todo en la primera ocasión que se les presenta? ¿Cuántos traicionan el respaldo que alguien dio a su trabajo y ponen en entredicho su propio nombre y el de quien los apoyó al desempeñarse en forma mediocre? Ojalá sujetos como estos tuvieran el valor moral para renunciar antes de empezar algo que son incapaces de llevar a feliz término.

Es inaudito que quienes hacen de la ley del mínimo esfuerzo su máxima de vida, y su aspiración más elevada consiste en "pasar raspando" todavía se pregunten: ¿porqué no progreso y salgo adelante en este mundo?

Proverbios 10:26
Como vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quienes lo emplean.

Proverbios 13:4
El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.

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