¿Vivimos a la medida?

"¿Qué es más importante para el hombre: cumplir todos sus deseos o llegar a dominar uno de ellos?" Proverbio budista

Hace un rato vi un video donde un hombre y su esposa relataban la manera en que el deseo de este hombre por tener todos los artículos electrónicos de moda, las marcas de ropa más reconocidas y comer en restaurante con mucha frecuencia estaba llevando su relación a un callejón sin salida. Discutían casi a diario por asuntos de dinero y las cuentas iban en aumento al paso de los días, era lógico que tuvieran problemas sabiendo que él trabajaba como obrero en una fábrica y ella también tenía un empleo modesto.

Esta historia me hizo pensar que tras las puertas de muchas viviendas parece que ya no hay un hogar sino un despacho de cobranza, todas las conversaciones tienen que ver con el dinero: el que se debe, el que se necesita, el que no hay. Para muchas parejas el dinero se convierte en el eje de la vida matrimonial, el único tema sobre el que se reunen y es el mismo tema el que los aleja ya sea porque, como en el video, uno de los cónyuges es comprador compulsivo o porque ambos lo son, porque uno de ellos gasta más allá de sus ingresos y el otro es incapaz de marcarle un límite o sencillamente porque su desorden les impide tener unas finanzas sanas.

Si vemos el caso del video mencionado resulta obvia la razón de los conflictos pues no hay presupuesto familiar que aguante el ritmo de gasto equivocado, y es que si nuestros ingresos son modestos va a ser insostenible tratar de vivir como ricos. Está bien querer progresar y darse algunos gustos, sin embargo, todo tiene que estar dentro de los parámetros adecuados porque el gusto de un día puede ser la deuda de varios meses. En particular conocí a una mujer cuyo deseo era festejar los 15 años de su hija al mejor estilo de las fiestas que las compañeras de estudio y amigas de la niña habían dado, para tal propósito sacó un crédito de nómina y su esposo sacó otro préstamo. El anhelado día llegó y la fiesta estuvo espectacular, no obstante, un año y medio después esta familia todavía está pagando el crédito y el préstamo.

Todo lo anterior para ilustrar un punto: debemos identificar nuestra medida, es decir, nuestra capacidad financiera y debemos ajustarnos a vivir conforme a ella. Si gastamos más de lo que ganamos no podremos ahorrar o invertir, tendremos que pagar más por cada cosa que compremos debido a los intereses, estaremos llegando casi asfixiados al final de quincena y cada visita del cartero será el inicio del dolor de cabeza a causa de las facturas y las cuentas por pagar que, inevitablemente, llegarán a lo largo del mes.

La parte positiva del video menciona que, una vez el hombre se dio cuenta que el manejo inadecuado del dinero le estaba robando la paz a él, a su esposa y su hija así como a su familia extensa, decidió cambiar sus proridades y se creó un plan para pagar todas sus deudas (consiguió un trabajo adicional, ya no compró nada nuevo y dejaron de comer fuera). Luego establecieron con su esposa un presupuesto y se ajustaron a este, así lograron comprar de contado los artículos que deseaban - no sin antes evaluar la necesidad, importancia, conveniencia y precio de ellos -. Así también pudieron pagar vacaciones, algunas salidas a restaurantes en fechas especiales y algún regalo ocasional.

Y aunque la historia de este matrimonio se cuenta fácil no es tan sencillo sanear las finanzas y vivir a la medida, no porque los pasos a seguir sean complicados sino porque los cambios suceden de adentro hacia afuera y antes que nada se requiere un cambio de mentalidad y de actitud hacia la vida, las personas y hacia si mismo para que eso se refleje en el estado de cuenta bancario. Tratar de parecer y de ser algo que no somos es el camino rápido para estar en bancarrota. Las tentaciones por el consumismo están a la orden del día en tv, internet, en la charla con las amistades, en la cochera del vecino y depende de nosotros tener un criterio sólido de quienes somos y de la manera en que queremos vivir nuestra vida para no dejarnos seducir por espejismos.

Preguntate hoy ¿estoy viviendo a la medida de mis posibilidades reales?

"Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, y dirán: "Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir.
O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil? Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz."
Lucas 14:28-32 (NVI)

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿No tener hijos es un castigo de Dios?

Confrontar a la Autoridad: ¿Valor o Rebeldía?

¿Más espinas que rosas?