¿Gobernados por Niños?


Hace poco tiempo supimos por medio de las noticias sobre un adolescente apodado "el pochis", que servía de sicario para un cartel del narcotráfico mexicano y todos nos preguntamos ¿cómo fue que un menor de esa edad degolló al menos a cuatro personas? Supuestamente la causas fueron atribuibles a la escasa educación, al gobierno y a la falta de oportunidades. La mayoría aceptó esos argumentos dado que México, como casi todos los países latinoamericanos, es una economía emergente con muchas fallas en la cobertura en educación y creación de empleo formal.

Otra nota, esta vez sobre un niño alemán,  informa que el menor llamó al número local de policía para denunciar que su madre lo sometía a trabajos forzados. Al ser indagado sobre esas actividades acusó que se le pedía ordenar el interior de su casa y la terraza de la misma. Esta llamada la hizo tras amagar varias ocasiones a su madre con denunciarla. Alemania tiene una economía y una cultura bastante sólidas, cuentan con nivel de vida de primer mundo y evidentemente el muchacho tiene formación académica sobre derechos del menor. Si su madre le pedía que ayudara en el quehacer es porque está pendiente de su hijo y trata de inculcarle una educación dentro del hogar. En este caso ¿qué tipo de argumentos justifican su actitud?

Estas historias son dos ejemplos entre cientos que podríamos recopilar en diversos lugares del mundo, quizá no muy lejos de nosotros, sobre las actitudes de los niños y adolescentes actuales. Simplemente me causa inquietud y tristeza ver que la inocencia, el respeto por los mayores y la obediencia han dejado de ser atributos de millones de menores de edad; la paradoja es que los niños de hoy no son como los de hace 20 o 30 años atrás, no obstante, se les quiere tratar como si lo fueran y allí es donde empiezan los problemas. Basta ver como la sociedad se volvió tolerante sobre conductas en adolescentes que sólo eran aceptables para mayores de edad: vida sexual activa, ingesta de alcohol y tabaco, embarazos, salidas nocturnas, entre otras. Es necesario replantear el concepto de infancia para adecuarlo a los nuevos tiempos ya que las actitudes, capacidades y habilidades de los menores han cambiado. De unos años a la fecha son los niños quienes marcan los tiempos y las actividades en los hogares llegando a desplazar a los padres en la toma de decisiones frente a temas de la mayor relevancia como la economía familiar.

Es obvio que los padres han fallado en casos específicos, que el gobierno tiene su cuota de responsabilidad y que la formación académica se está quedando corta, aún así es necesario reconocer que estos "pequeños tiranos" son el resultado de una sociedad que se ha vuelto permisiva, que ha destacado los derechos sobre los deberes y que obstaculiza el proceso de educación y formación de los menores con la difusión desproporcionada de teorías sobre la crianza que sugieren dejar al niño libre y sin límites claros (ojo, no son hechos comprobables ni universales). Es nuestro deber observarnos y reorientar el curso de la cultura a fin de criar personas sensibles, productivas y sociables que aporten a la comunidad en el contexto del respeto mutuo y la sana conviviencia bajo la guía de una autoridad responsable y amorosa que enmarque el desarrollo moral, físico e intelectual de nuestra juventud con reglas firmes y claras.


"Les pondré como jefes a muchachos, y los gobernarán niños caprichosos." Isaías 3:4 (NVI)
"¡Pobre pueblo mío, oprimido por niños y gobernados por mujeres!" Isaías 3:12 (NVI)

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