¿Cuál es la Fórmula para una Noche Perfecta?
Cada persona puede tener su propia fórmula para una noche perfecta, depende de varios factores, en particular quiero compartir una versión que para mi ha funcionado repetidamente y que, en fechas como éstas de diciembre, resulta satisfactorio recrear cuantas veces sea posible.
El primer factor es un lugar tranquilo. Un sitio donde se pueda estar a gusto, escuchando música a un nivel agradable, con la temperatura óptima y sin límites de tiempo ni consumo. Un lugar cómodo y apacible.
Lo segundo: buena comida y bebida. Se puede estar en el mejor lugar del mundo pero el hambre y la sed lo pueden volver insoportable. Es importante tener opciones, alternativas de sabor, de olor, de textura.
Otro factor es el tiempo. Poco o nada útil resulta tener un lugar adecuado y unos manjares apetitosos si estamos impacientes mirando el reloj o si carecemos de un lapso para deleitar los sentidos con el ambiente circundante.
El cuarto y más importante factor es la compañía. Familia, pareja, amigos... ¿qué más se puede pedir? Personas allegadas, que han compartido con nosotros tiempos y experiencias, quienes son parte de nuestra memoria, pasado, presente y futuro. Una noche reconstruyendo recuerdos, renovando historias, enterándonos de nuevos logros, las risas y las anécdotas... realmente esa es la esencia de una noche perfecta.
El lugar, la comida y el tiempo son importantes pero todos ellos adquieren gracia y valor por cuanto son compartidos con personas que tienen significado en nuestra vida. Personas que están ahí cuando se les necesita, que siguen presentes a pesar de las dificultades individuales o de los temporales del clima... son ellos quienes realmente hacen historia para nosotros y nos privilegian al hacer parte de su propia historia.
Dios me concedió una noche perfecta ayer... ya me ha concedido muchas, pero esta en especial tiene gran significado para mi, por ello dedico este escrito en agradecimiento a Dios y a quienes hicieron parte de ella por este regalo de navidad anticipado. Los quiero mucho a todos.
P.D. Hasta una noche perfecta puede tener grandes ausentes... también para ellos va este escrito.
El primer factor es un lugar tranquilo. Un sitio donde se pueda estar a gusto, escuchando música a un nivel agradable, con la temperatura óptima y sin límites de tiempo ni consumo. Un lugar cómodo y apacible.
Lo segundo: buena comida y bebida. Se puede estar en el mejor lugar del mundo pero el hambre y la sed lo pueden volver insoportable. Es importante tener opciones, alternativas de sabor, de olor, de textura.
Otro factor es el tiempo. Poco o nada útil resulta tener un lugar adecuado y unos manjares apetitosos si estamos impacientes mirando el reloj o si carecemos de un lapso para deleitar los sentidos con el ambiente circundante.
El cuarto y más importante factor es la compañía. Familia, pareja, amigos... ¿qué más se puede pedir? Personas allegadas, que han compartido con nosotros tiempos y experiencias, quienes son parte de nuestra memoria, pasado, presente y futuro. Una noche reconstruyendo recuerdos, renovando historias, enterándonos de nuevos logros, las risas y las anécdotas... realmente esa es la esencia de una noche perfecta.
El lugar, la comida y el tiempo son importantes pero todos ellos adquieren gracia y valor por cuanto son compartidos con personas que tienen significado en nuestra vida. Personas que están ahí cuando se les necesita, que siguen presentes a pesar de las dificultades individuales o de los temporales del clima... son ellos quienes realmente hacen historia para nosotros y nos privilegian al hacer parte de su propia historia.
Dios me concedió una noche perfecta ayer... ya me ha concedido muchas, pero esta en especial tiene gran significado para mi, por ello dedico este escrito en agradecimiento a Dios y a quienes hicieron parte de ella por este regalo de navidad anticipado. Los quiero mucho a todos.
P.D. Hasta una noche perfecta puede tener grandes ausentes... también para ellos va este escrito.
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