¿De Qué Sirve Ser Honesto y Humilde?
Decir la verdad, ser honesto... comprometer la palabra, el corazón y las manos... ser transparente, claro, elocuente... admitir por una vez las equivocaciones, pedir disculpas, ser humilde...
Siempre se le da mucho valor a estos actos en relaciones amorosas, de hecho, es un reclamo frecuente entre enamorados que una o varias de estas cosas no se perciben de parte del otro. Sin embargo, también en otros contextos es de gran importancia: amistad, familia, trabajo. En todo lugar, en toda circunstancia es válido esperar y otorgar a otros la sencillez y la grandeza de estas conductas.
En un mismo día dos personas a quienes estimo mucho me dieron, cada una en un entorno diferente, una muestra del peso que estas actitudes tienen para mantener una relación interpersonal sana y productiva. Debo admitir que me sorprendió uno de los casos porque resultó insospechado que alguien con un temperamento fuerte y apasionado, con una posición de autoridad y un currículo académico impresionante aprecie tanto el valor de la humildad. Me comentó de una situación laboral donde una persona de menor jerarquía cometió una indiscreción y lo único que necesitaba de aquella era una disculpa para olvidar todo el incidente y restaurar la dinámica laboral. Pero esa persona no se acercó ni admitió su error y hoy día hay un fuerte conflicto entre dos áreas de esa organización debido a la imprudencia y orgullo de tal empleado.
La contraparte de la historia previa vino de parte de un amigo que no pudo cumplir un compromiso y, aunque se disculpó en el momento, a la primera ocasión que tuvo me explicó con detalle las causas por las cuales no asistió a la cita. Esto hace que nuestra amistad se fortalezca.
Cuesta ser honesto, pero es la mejor inversión que se puede hacer. A la larga la cosecha rinde al ciento por uno, porque quizá no se tengan tantos "amigos" pero los que se tengan serán amistades auténticas, que saben qué esperar de nosotros y también sabemos qué esperar de ellos. Igualmente, en el trabajo podemos hacer un mejor ambiente, un equipo altamente productivo, buen compañerismo.
"y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" Jn 8:32 (NVI)
Siempre se le da mucho valor a estos actos en relaciones amorosas, de hecho, es un reclamo frecuente entre enamorados que una o varias de estas cosas no se perciben de parte del otro. Sin embargo, también en otros contextos es de gran importancia: amistad, familia, trabajo. En todo lugar, en toda circunstancia es válido esperar y otorgar a otros la sencillez y la grandeza de estas conductas.
En un mismo día dos personas a quienes estimo mucho me dieron, cada una en un entorno diferente, una muestra del peso que estas actitudes tienen para mantener una relación interpersonal sana y productiva. Debo admitir que me sorprendió uno de los casos porque resultó insospechado que alguien con un temperamento fuerte y apasionado, con una posición de autoridad y un currículo académico impresionante aprecie tanto el valor de la humildad. Me comentó de una situación laboral donde una persona de menor jerarquía cometió una indiscreción y lo único que necesitaba de aquella era una disculpa para olvidar todo el incidente y restaurar la dinámica laboral. Pero esa persona no se acercó ni admitió su error y hoy día hay un fuerte conflicto entre dos áreas de esa organización debido a la imprudencia y orgullo de tal empleado.
La contraparte de la historia previa vino de parte de un amigo que no pudo cumplir un compromiso y, aunque se disculpó en el momento, a la primera ocasión que tuvo me explicó con detalle las causas por las cuales no asistió a la cita. Esto hace que nuestra amistad se fortalezca.
Cuesta ser honesto, pero es la mejor inversión que se puede hacer. A la larga la cosecha rinde al ciento por uno, porque quizá no se tengan tantos "amigos" pero los que se tengan serán amistades auténticas, que saben qué esperar de nosotros y también sabemos qué esperar de ellos. Igualmente, en el trabajo podemos hacer un mejor ambiente, un equipo altamente productivo, buen compañerismo.
"y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" Jn 8:32 (NVI)
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